lunes, 13 de febrero de 2017

LIDERAZGO PERSONAL: ¿DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO?

Cuando hablamos de liderazgo personal, hacemos clara referencia a un tipo de liderazgo muy sui generis. Siempre que imparto algún  seminario sobre dicho tema, mi pregunta hacia el distinguido público es la de siempre: ¿Cuántos de la sala se consideran auténticos líderes?



Independientemente de la respuesta dada, la mía, es que todos y cada uno de nosotros tenemos al menos alguien a quien dirigir, y ese alguien es nada menos que a nosotros mismos. Por consiguiente, el liderazgo personal es la capacidad de liderarse a uno mismo; con todo lo que ello conlleva, esto es, dirigir nuestras propias metas hacia donde realmente nos interesa, etc, y lo más primordial de todo, así al menos lo consideramos a la hora de realizar esta breve exhortación, tener la suficiente parusía, es decir, valentía, de hacer una auténtica introspección ontológica y descubrir la bestia que existe dentro de nosotros mismos para descubrir lo brillantes que podemos ser en cualquier área o campo que nos propongamos.

Por consiguiente, podemos observar que es un liderazgo al alcance de toda persona humana siempre y cuando esta se lo proponga.

A continuación, no obstante, queremos brindaros una serie de trucos reales para abordar de un modo más fácil, si cabe, el tema que nos ocupa. A saber:

En primer lugar, y en palabras de un colega de profesión al que estimo pues ha sido profesor mío, entre otros muchos motivos, deciros que lo que debemos hacer es zafarrancho, en el sentido de desprendernos de todo lo que llevemos en nuestras mochilas imaginarias y realmente no hacen otra cosa que hacernos mal. Todos sabemos de forma fehaciente que nos perjudica.

En un segundo lugar, debemos salir, en terminología psicológica, de nuestra zona de confort con lo que esto  acarrea, esto es, no tener miedo al típico “que dirán” o simplemente a un rechazo no sabemos por parte de quien… En palabras también de mi profesor y colega, tenemos que salir de nuestra “habitación del miedo”.

Algo que no se nos puede olvidar, hace referencia, a coger los toros por los cuernos, perdón por la expresión utilizada, o dicho de otra manera, tomar la hoja de ruta que consideremos correcta para dirigir de forma efectiva y eficaz nuestra vida.


Eliminemos definitivamente todo lo tóxico que nos rodea, incluido aquellas personas que consideremos toxicas de una manera o de otra. (niégome a pensar pues, que el auténtico tóxico seamos nosotros mismos…) Y sobre todo, lo que consideramos lo más importante, sin obviar lo comentado, creer en uno mismo y saber que somos personas maravillosas con nombres y apellidos. Seres amados y que amamos, aceptándonos tal y como somos y saber que podemos cambiar aquello que sea necesario, cambiando nuestro focus. Item más, no olvidemos que el mejor Coach del mundo reside muy cerca de nuestro entorno. ¿Saben cuál es?  


José L. Ripoll Bruno. Coach ejecutivo & ontológico.

 



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